
Shirō Emiya perdió a su familia hace diez años en un enorme incendio que consumió gran parte de la ciudad de Fuyuki. Atrapado entre las llamas, se da por vencido y acepta su propia muerte, pero un enigmático hombre lo encuentra y lo ayuda. Este hombre, Kiritsugu Emiya, lo adopta y le revela su identidad como mago.